20080718

Why so serious?


Debo ser justo: The Dark Knight (TDK) es la mejor película de este maldito año. Así de simple. Esta nueva entrega que llega de la mano de Christopher Nolan (con la, ya obvia intervención de su hermano Jonathan) es, por mucho, la mejor adaptación de un cómic a la pantalla grande. Y es que TDK no solo es una muestra parafernálica de superhéroes enfrentándose a los problemas delincuenciales de sus némesis; afortunadamente, tampoco es una plastosa adaptación psicodélica llena de malas actuaciones y gadgets estúpidos, como fueron sus predecesoras (a excepción de Batman Begins, claro). No, TDK es una obra maestra, dentro del género comiquero, que explora la naturaleza humana y los conflictos éticos que sufre un hombre ante una situación que poco a poco se ha salido de sus manos. Pero para hablar de El Caballero Oscuro es mejor ir por partes.


El prólogo de seis minutos protagonizado por el Joker (Heath Ledger), sirve de introducción perfecta para presentarnos al rey de caos y la anarquía, no solo por ser un personaje oscuro y clinicamente inestable, sino también por ser una mente brillante que va tejiendo el plan conforme a sus necesidades y deseos (muy personales y hasta absurdos en ciertos puntos). Posteriormente y a través de la hermosa actuación del ex vaquero, vamos conociendo (o desconociendo) ese mundo caótico y bizarro en el que vive un simple psicópata: el caos representado por el Joker no tiene origen y no es necesario buscarle uno, pues bien pueden ser mentiras como las historias de sus cicatrices (muy graciosas de hecho); tal y como afirma Bruce Wayne (Christian Bale) en un excelente guiño a su entrenador "los criminales no son complicados"; y es que al final el Joker no es un enemigo complejo que busca un propósito utópico, las expectativas del Joker son simples y fáciles de alcanzar en un mundo cada vez más degradado, y en este caso no me refiero exclusivamente a Ciudad Gótica.

Por otra parte, en esta ocasión no contamos con una introducción tediosa de la situación del superhéroe: los conflictos de Batman van surgiendo a la luz conforme la intensidad de la presencia del Joker va causándole muchas más dificultades de las que ya tiene presente. Por fin vemos lo que Batman representa en el mundo de los cómics: un héroe, sin un "súper" que lo preceda. En otras palabras vemos un hombre que tiene el poder (adquisitivo al menos) y la determinación para cambiar lo que está allá afuera, pero este poder y estas buenas intenciones no bastan si las decisiones son incorrectas. Es justamente allí donde entran a relucir los personajes secundarios en la vida de Bruce, sus colegas (Fox, Gordon y Alfred) son la conciencia que necesita a cada momento para tomar el camino correcto y no detenerse, por más complicadas que se pongan las situaciones. Aún así el Batman de Christopher Nolan no estaría completo sin un código moral determinado que lo diferencia del Joker (pues al final los dos actuan al margen de la ley), y el puto argumental llega cuando vemos a un Batman dispuesto a retirarse, pues lo que busca al final de todo no es una urbe gobernada bajo su capa, sino una Ciudad Gótica justa en la que no sea necesario él y las cosas transcurran con normalidad sin necesidad de su violencia, y es allí, principalmente, donde está la veradera esencia de un héroe.

Estas son las dos caras de la moneda: un murciélago que busca establecer un orden a un mundo cada vez más desastroso y por otra parte un payaso que da respuestas irreverentes e ilógicas a una realidad casi tan equívoca como su propia existencia. Batman representa el orden y las reglas que deben de seguirse, aun cuando él tenga que imponerlas al margen de las mismas. El Joker solo es el producto lógico de una sociedad perturbada. Y en medio está Harvey Dent. La lucha por el alma de Harvey Dos Caras (Aaron Eckhart) es el meollo del asunto, pues no solo es un hombre que está en constante pugna consigo mismo, sino que representa las esperanzas de toda una población. La interpretación de Eckhart consigue lo que ningún otro actor podría conseguir con tal naturalidad: una dualidad entre los intereses comunes y los intereses personales y las medidas para optar por unos encima de los otros.

Quizás lo más sorprendente de la película es su desenlace, o más bien sus desenlaces. El simbolismo de un Joker sonriendo de cabeza es la representación de una sonrisa inversa, y por consiguiente su derrota, al menos temporalmente. La desesperanzadora decisión de Harvey y su inconcluso final muestra por una parte lo que hay detrás de las personas y lo que representan para el mundo, Harvey es el héroe que necesitan, pues, como ya desde la primera película se anunciaba, para ser incorruptibles hay que perdurar como un símbolo, y así lo hace Dent para los ciudadanos. Pero al final, la decisión correcta recae en Batman (un Batman más maduro que nunca), el sacrifcio de un hombre para la gente tal y como lo necesita es la única esperanza que deja el filme aunque no sea un final muy esperanzador para el enmascarado, pero sí una opción necesaria.

The Dark Knight es la muestra de una verdadera película de autor, en las que varias lecturas son posibles. La justa medida entre fondo y forma. La acción sobrepasa toda espectativa, los gadgets sorprenden de manera orgásmica, los chistes o chascarríos funcionan a la perfección, el humor negro del Joker juegan un factor importante en la película, no está de más hablar de la interpretación del difunto Heath Ledger, no hay un fotograma innecesario, la fotografía es espléndida, la fidelidad a los personajes es la correcta... En fin, podría hacer una lisa innumerable de todas las cosas que hacen de El Caballero Oscuro una auténtica obra maestra, pero considero correcto finalizar con la única pregunta que me invade y me hace sentir, en cierta medida, algo deprimido:

Y ahora, ¿tengo alguna razón para seguir yendo al cine?

7 Kwetta:

Anónimo dijo...

A mi no me convencio The Dark Knight y he aqui mis razones
http://wwwhanselnoestadecuerdo.blogspot.com/

K3M# dijo...

Mm esta la he estado esperando, pero tanto que ni he leido esta entrada.

El Joker uno de mis personajes favoritos pero que tenia miedo que el dufinto actor lo arruinara, parace que no es asi y me dan mas ganas de verla.

Chepe dijo...

Batman: The Dark Knight no es, ni por cerca, la mejor película del Caballero de la Noche.

Oo dijo...

·ahhh"
chepe encontró una...joya

Atilio M. Valiente dijo...

Chepe, qué fuiste a ver?

Anónimo dijo...

Una pregunta para Chepe: ¿cuál es la mejor película del Caballero de la Noche?

Y si me anticipo a tu respuesta, creo que las únicas que podrían ser válidan (ojo, todavía lo veo solamente como una posibilidad) serían:
1 - Batman (la de Tim Burton)
2 - Batman: Mask of the Phantasm (animada)

Quisiera conocer tu opinión.

Anónimo dijo...

Y dando mi propia opinión sobre la película, yo creo que sí es la mejor adaptación del Caballero Oscuro a la gran pantalla.

Sin embargo, le veo un par de fallas:
1- Siento que hicieron a un Joker demasiado invencible y demasiado terrorista para mi gusto. Creo que se pasaron un poco al querer volver a las raíces del archirrival de Batman. De todas maneras, me pareció increíble la actuación de Heath Ledger. No comparable con la interpretación de Jack Nicholson debido a la gran diferencia que existe entre los dos Guasones.

2 - Me pareció un poco forzada la transformación de Harvey Dent en el Dos Caras. En buen salvadoreño, como que a puro webo se convirtió en villano. Pero, el Dos Caras de The Dark Knight supera por muchísimo al de Tommy Lee Jones. Lo supera por kilómetros, quizás millas o años luz. Un Dos Caras bastante bueno al final.