Esta maldita nostalgia
como acordes de guitarra
como la cuerda más tensa
o el último juguete.
Melancolía de espuma
de saber que fui niño
y no lo disfruté
como debía, pensando en
cómo debía ser de grande.
Nostalgia de diablos
como la mordida
del primer amigo
del mejor amigo
del peor
del que se fue
y del que todavía está
como la lengua pesada
de la primera resaca.
El silencio después
de hacer por primera vez
el amor.
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